Dia Mundial de la Salud Mental
Fue en 2005 cuando, en la de la Conferencia Ministerial de la OMS para la Salud Mental, la
Declaración de Helsinki afirmó que “no hay salud sin salud mental”. Casi veinte años después,
no cabe duda de que estos problemas ocupan un lugar de mayor preeminencia tanto en el
debate como en las políticas públicas.
Con motivo del Día Internacional de la Salud Mental, desde el Partido Popular queremos
destacar la pertinencia de aquellas palabras y, además, reivindicar que la salud, más allá de la
ausencia de problemas o patologías graves, debe entenderse como un concepto amplio de
bienestar.
La salud mental es, en ese mismo sentido, un elemento clave del bienestar de las personas en
las distintas etapas de la vida (infancia, adolescencia o edad adulta), pues nos permite
desarrollar nuestro potencial y nos ayuda a gestionar de forma adecuada nuestras experiencias
y emociones.
En este 10 de octubre, consideramos necesario que esta preocupación siga aumentando su
protagonismo en el Sistema Nacional de Salud, así como reforzar nuestra estrategia de país,
siempre en coordinación con las Comunidades Autónomas.
Han sido precisamente las administraciones autonómicas las que, desde la pandemia, han
redoblado esfuerzos en esta materia y creemos que el Gobierno debe sumarse desarrollando
todas sus competencias.
Por ejemplo, apostando de manera decidida, con recursos materiales y económicos, por la
formación de más profesionales, o priorizando el anunciado plan nacional de prevención contra
el suicidio, una lacra silenciosa que se cobra cada día la vida de más de 10 personas en España
y se expresa como el peor rostro de los problemas que afectan a la salud mental.
Queremos mostrar, asimismo, nuestro compromiso con la prevención y la detección de los
problemas asociados a la salud mental del conjunto de la población española, especialmente
entre la infancia y la adolescencia. En una sociedad cambiante como la nuestra, también
aparecen factores de riesgo nuevos asociados a esta cuestión, como un eventual mal uso de
las redes sociales o las nuevas formas de acoso, a los que también se ha de dar respuesta.
Es por ello que hoy queremos reivindicar que, desde las asociaciones de pacientes y las
familias, pasando por los profesionales, los investigadores y quienes trabajan en este ámbito,
todos tenemos un papel importante. También la política: somos conscientes de que todo cuanto
nos impliquemos activamente desde las políticas públicas para mejorar la salud mental
redundará en el bienestar de la sociedad.
Por último, queremos hacer una llamada a la sensibilización del conjunto de la población para
que sigamos acercándonos a los problemas de salud mental y a las personas que los padecen
de manera comprensiva y respetuosa. Se han dado grandes pasos para superar el tabú de
otro tiempo, pero todavía queda mucho camino por andar.
Debemos seguir insistiendo en que la salud mental, de la misma forma que la física, puede
condicionarnos a todos en algún momento de la vida y por ello, es responsabilidad de todos
seguir combatiendo los estigmas que existen alrededor de estas enfermedades, cuyo
tratamiento, prevención y detección merecen la máxima atención de todos los poderes
públicos.